Pero a mí siempre me siguió gustando mas lo primero pero claro, yo nunca deje de escribirte, pero no porque no haya dejado de verte, ni porque quisiera dejar de acompañarte a casa cuando volvías de madrugada, es que esta vez ya no me iban a dejar, es que me colocaron delante de una pared y en lugar de hacerme una puerta, lo único que hicieron fue cerrarmela en la cara, y así, sin poder hacer nada.
Pero siempre se puede escalar la pared que me has puesto en la cara, y no es que pueda sino que es lo único que me queda para salvarme digan lo que digan.
El frío del invierno no es nada comparable al que podáis sentir en verano
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